Para este otoño invierno, Andres Sarda nos propone una disertación entre el bien y el mal.
Durante todo el desfile en la #MBFWM, nuestra mujer es la buena o la mala, según la ocasión en una persecución alrededor del mundo.
Nuestra agente secreta, la buena, se entrenará en un campo en el desierto africano, para perseguir seguidamente a la mala, que roba una gran joya en un museo de Nueva York. La persecución sigue por las calles de París, para finalmente cazarla en una gran fiesta en Tokio.
Los tejidos que utilizamos en cada parte del desfile cambian radicalmente.
Empezaremos con prendas de inspiración militar en sarjas gris, granate o kaki, que contrastarán rotundamente con la ligereza de los encajes en color cereza, toffee, o azul noche. Veremos también en este grupo, un estampado en raso con motivos abstractos de inspiración 70’s en tonos azules.
La parte del robo en el museo estará realizada íntegramente en un tejido tecnológico que se adapta al cuerpo como una segunda piel, en color negro. Lo combinaremos con la lencería más sofisticada y delicada de la colección, que combina encaje de alta costura, con raso de seda y paillettes. Los colores de la lencería en este grupo serán el verde botella, arcilla, negro y gris.
La persecución por París contrastará prendas en paño de lana en colores vivos, muy estructuradas, con toda la lencería en negro.
Acabaremos en Tokio, en una fiesta, donde la sofisticación de los trajes de noche no ocultará una lencería única, creada para la ocasión.
